Erlebnisbericht von Richard: LA IGLESIA Y EL SEXO - DIE KIRCHE UND DIE SEXUALITÄT
Verfasst: 14.09.2022, 17:39
Der nachfolgende Text wurde von Richard mit der Bitte zur Verfügung gestellt, diesen für ihn hier im Forum einzustellen. Er hat leider technische Probleme mit unserer Seite, die wir hoffentlich bald lösen werden:
LA IGLESIA Y EL SEXO
Desde mi punto de vista (totalmente subjetivo), yo considero que la Iglesia debe atender solo cuestiones espirituales, pero en la práctica he visto que es todo lo contrario.
Cuando yo tenía entre 14 y 15 años, comencé a recibir cierto tipo de acoso por parte del Cuerpo Pastoral, a esa edad yo era “hermano colaborador” y tenía un acceso restringido a la Sacristía. Ese acercamiento a los Pastores les dio la confianza de decirme que ya era hora de “mojar el bizcocho”. Le tuve que preguntar a mi papá qué significaba eso, porque jamás había escuchado esa expresión; no me sorprendió enterarme que el significado de esa frase era que ya tenía que debutar sexualmente.
El problema es que el debut sexual yo no lo podía realizar con una pareja, en una relación normal y sana, ya que el sexo prematrimonial está condenado por la Iglesia, sino que tenía que hacerlo con una prostituta. El chiste era “mojar el bizcocho”, pero yo debía de “respetar” a mi novia, porque según muchos textos bíblicos se condena tener una relación normal y sana con una pareja. Cuando yo decidí hablar del tema con los Pastores, ellos me leían Hechos 15:20, Romanos 12:21, 1ª Corintios 5:1 y tantos otros textos donde la Biblia menciona que la “fornicación” es inmoral. No importa si el texto bíblico aclara si dicha “fornicación” es antes de un matrimonio o no, el punto aquí es que los Pastores de la NAK no quieren que haya sexo entre los jóvenes nuevoapostólicos.
Ahora bien, si yo soy hombre, entonces puedo “quitarme las ganas” acudiendo a una prostituta, si yo fuera una mujer, entonces tendría que abstenerme hasta casarme y, con ello, obtener la aprobación de Dios. Esa doble moral por parte de la iglesia, que por una parte condena a las mujeres que practican la prostitución, pero por otra las utiliza de herramientas para satisfacer las necesidades de un hombre que debe “respetar” a su pareja formal.
No quiero meterme en cuestiones científicas y psicológicas sobre las ventajas de tener actividad sexual dentro de una relación de noviazgo, ya que incluso apoyo las relaciones sexuales consentidas fuera de una relación, solamente para pasar un rato agradable con otra persona. Lo que sí cuestiono y condeno, es esa visión tan arcaica, tan injusta, que ve bien que el hombre se quite las ganas con otras mujeres y que la mujer se aguante sin siquiera poder masturbarse a gusto, porque incluso la masturbación es censurada por el clero.
¿Cuánto daño ha provocado la Iglesia por inmiscuirse en la vida íntima de sus miembros? ¿Cuántos matrimonios disfuncionales hay dentro de la Iglesia cómo consecuencia de pensar que el sexo es un pecado? ¡De adolescente no podía siquiera masturbarme sin pensar en que Dios estaba observándome! ¡Cuánto morbo hay en eso! ¿Se imaginan a Dios observando a cada persona cuando se masturban?
Recuerdo mi primera terapia psicológica, cuando hablé con mi terapeuta sobre este tema, le dije que yo había sido educado para “respetar” a mi mujer en el noviazgo, para que ella llegara virgen al altar…lo primero que me preguntó mi psicóloga fue: ¿Y tú consideras una falta de respeto hacer el amor con tu pareja?...
¡El resto se lo dejo a ustedes!
¡Saludos!
Richard.
LA IGLESIA Y EL SEXO
Desde mi punto de vista (totalmente subjetivo), yo considero que la Iglesia debe atender solo cuestiones espirituales, pero en la práctica he visto que es todo lo contrario.
Cuando yo tenía entre 14 y 15 años, comencé a recibir cierto tipo de acoso por parte del Cuerpo Pastoral, a esa edad yo era “hermano colaborador” y tenía un acceso restringido a la Sacristía. Ese acercamiento a los Pastores les dio la confianza de decirme que ya era hora de “mojar el bizcocho”. Le tuve que preguntar a mi papá qué significaba eso, porque jamás había escuchado esa expresión; no me sorprendió enterarme que el significado de esa frase era que ya tenía que debutar sexualmente.
El problema es que el debut sexual yo no lo podía realizar con una pareja, en una relación normal y sana, ya que el sexo prematrimonial está condenado por la Iglesia, sino que tenía que hacerlo con una prostituta. El chiste era “mojar el bizcocho”, pero yo debía de “respetar” a mi novia, porque según muchos textos bíblicos se condena tener una relación normal y sana con una pareja. Cuando yo decidí hablar del tema con los Pastores, ellos me leían Hechos 15:20, Romanos 12:21, 1ª Corintios 5:1 y tantos otros textos donde la Biblia menciona que la “fornicación” es inmoral. No importa si el texto bíblico aclara si dicha “fornicación” es antes de un matrimonio o no, el punto aquí es que los Pastores de la NAK no quieren que haya sexo entre los jóvenes nuevoapostólicos.
Ahora bien, si yo soy hombre, entonces puedo “quitarme las ganas” acudiendo a una prostituta, si yo fuera una mujer, entonces tendría que abstenerme hasta casarme y, con ello, obtener la aprobación de Dios. Esa doble moral por parte de la iglesia, que por una parte condena a las mujeres que practican la prostitución, pero por otra las utiliza de herramientas para satisfacer las necesidades de un hombre que debe “respetar” a su pareja formal.
No quiero meterme en cuestiones científicas y psicológicas sobre las ventajas de tener actividad sexual dentro de una relación de noviazgo, ya que incluso apoyo las relaciones sexuales consentidas fuera de una relación, solamente para pasar un rato agradable con otra persona. Lo que sí cuestiono y condeno, es esa visión tan arcaica, tan injusta, que ve bien que el hombre se quite las ganas con otras mujeres y que la mujer se aguante sin siquiera poder masturbarse a gusto, porque incluso la masturbación es censurada por el clero.
¿Cuánto daño ha provocado la Iglesia por inmiscuirse en la vida íntima de sus miembros? ¿Cuántos matrimonios disfuncionales hay dentro de la Iglesia cómo consecuencia de pensar que el sexo es un pecado? ¡De adolescente no podía siquiera masturbarme sin pensar en que Dios estaba observándome! ¡Cuánto morbo hay en eso! ¿Se imaginan a Dios observando a cada persona cuando se masturban?
Recuerdo mi primera terapia psicológica, cuando hablé con mi terapeuta sobre este tema, le dije que yo había sido educado para “respetar” a mi mujer en el noviazgo, para que ella llegara virgen al altar…lo primero que me preguntó mi psicóloga fue: ¿Y tú consideras una falta de respeto hacer el amor con tu pareja?...
¡El resto se lo dejo a ustedes!
¡Saludos!
Richard.